jueves, 3 de mayo de 2012

EXPROPIAR LO EXPROPIADO

YPF

Las medidas adoptadas por el oficialismo y el futuro que se vislumbra

El clima que provocó el proyecto de ley enviado por el ejecutivo argentino al Congreso, fue un disparador emocional muy fuerte para el interés mediático. El tema llevo a ocupar primeras planas durante la semana pasada y logro instalar la euforia, la cual a su vez se traslada a las masas.

Lo contradictorio que se puede analizar a través de estas imposiciones de instalaciones informativas, es que hay que retrotraerse a la época del gobierno neo-liberal de los años `90. En aquel momento Menem había decidido enviar la ley de privatizaciones al congreso, dicho se a de paso, el poder legislativo otra vez protagonista de las decisiones vitales de los destinos del país. En estas reformas se decidía privatizar YPF entre otras empresas de importancia clave como la petrolera. Las razones que llevan a la operatoria eran, en aquel momento, que la empresa daba pérdidas administradas por el Estado, el cual se tenía que desvincular de estos gastos para poder ejercer una gestión más eficiente y enfocar en las necesidades del pueblo.

La sociedad recibe con beneplácito la noticia de las privatizaciones que propagan los medios, la cual se complementa con una economía estable del “uno a uno”. Esto hace un coctel demagógico que el pueblo argentino digirió sin negación. Las empresas en manos del Estado, desde tiempo atrás, han sido mal administradas o mal controladas por, precisamente, los órganos de contralor que debieran interceder en sus manejos. Los servicios eran deplorables, solo recordemos cuanto tiempo se tardaba en instalar un teléfono en un domicilio durante la época Alfonsinista. Años después, durante el menemismo, se revertió todo esto. Que la gente pueda vislumbrar una administración eficiente, aunque cueste caro, merecía la inversión por el servicio en manos privadas. Este proceso de gestión privatizadora había comenzado bien, mientras la gente disponía de un poder adquisitivo apuntalado por la convertibilidad. Pero cuando esta cayo, también se derrumbaron los alcances económicos de una sociedad, que ahora, luego de un infausto 2001 se debatía en la quiebra y en el caos económico.

                                             Cristina defendiendo la estatización de YPF

Nadie en aquel momento quería hacerse cargo de los errores, todos rechazaban la banda presidencial, que durante dos semanas danzó a través de cinco presidentes. Fue un momento histórico que ningún argentino se olvidara nunca mas. En este panorama de crisis caótica de la economía, las empresas privatizadas tuvieron que adaptar su negocio para poder continuar. Estas no se fueron o no dejaron sus empresas acéfalas, pero si iniciaron un proceso de cambio y adaptación a un nuevo escenario. Desde el 2003, con el gobierno Kirchnerista, el proceso empezó a consolidarse, las nuevas reglas de juego comenzaron a desplegarse y dentro de esa nueva diagramación, las empresas privatizadas se acoplaron al flamante tren gubernativo.

YPF, como otras empresas, no fue la misma que conocimos luego de la privatización de los `90, ya que desde el 2003 hasta la fecha, cambio su política administrativa, económica y de concepto como empresa. Aquí comienza un proceso de falta de inversión, derrumbe del servicio, encarecimiento del producto y falta de este. Estas características hacen propicio un final como el que tuvo hace unos días, con las nuevas reglas impuestas por Cristina Fernández y que aprobarà definitivamente el Congreso, la próxima semana.

La parte poderosa del mundo, como es Europa, esta pasando por una gran crisis. Hoy España es un singular ejemplo de la situación. Justamente Repsol, la empresa expropiada, es española y enfrenta esta situación con nuestro país, además de absorber su situación local. La están atacando desde dos frentes y dio el brazo a torcer a pesar de recibir el poderoso apoyo de su gobierno, el cual no escatimó en ataques y fustigaciones hacia nuestro país, hasta el punto de incitar a una agresión diplomática. Pero todos movimientos en vano, ya que tuvieron que acceder mansamente a las imposiciones argentinas.

El proceso que comienza a largo plazo, es que ahora el Estado vuelve a recuperar el control de una empresa que fue estatal, parcialmente, porque es el 51% del ente. Se inicia el desafío de administrar. Recordemos que antes de las corrientes privatizadoras de los `90, se lo había tildado de mal gerente, hasta el punto que daba perdidas. Tener una empresa que de negativo, no impone respeto y a la vez es desgastante para un gobierno, el cual no brinda un rumbo económico que brinde buen futuro o mas, que no de un buen servicio.

La gestión Cristinista deberá revertir el concepto de que una empresa estatal da pérdidas, como el presidente Menem, varios grupos económicos y también periodísticos, propagandeaban en aquel momento. Todo este proceso va acompañado de un escenario mundial convulsionado por las tensiones en todos los rincones del globo. Europa se debate por sus economías en crisis, los países árabes en conflicto por querer revertir políticas de regímenes eternos y en América Latina existe un collage de situaciones en las cuales esta inmerso nuestro país.

El petróleo es la causa fundamental de estas situaciones, este bien, motor fundamental de las economías, es motivo de conflictos que generan luchas y muerte. Los grandes capitales y multinacionales sienten debilitar sus métodos convencionales. Es el avisoramiento de un nuevo mundo, que parece sacarse el capullo para renacer con ideas nuevas y renovadoras. Movimientos sociales en todo el mundo piden por cambios sustanciales, hacen oír su voz. Hoy Internet generò una revolución en el sistema. Se dan a conocer ideas a través de las redes sociales, generadas por las personas comunes, las que usualmente no tienen forma de hacerse escuchar. Desde hace muchos años y a lo largo de la historia, no existían voces plurales. Hoy esa realidad se cambio con esta nueva era cibertecnologica. Quizás esto cambio las perspectivas de los gobiernos, que ahora saben lo que piensa la gente y ponen en práctica las medidas, acorde a sus necesidades y pedidos.

Entender las políticas que llevan a las medidas que adopto nuestro gobierno, solo se basa en tendencias de inclusión social y de necesidades internas. Hoy la demanda de combustible a crecido enormemente. Existe un parque automotor atestado y que colapsa las arterias de la ciudad. El mineral negro es el objetivo que nos va a mejorar como país, ya que un abastecimiento interno solucionaría los problemas de falta de naftas, gas y energías, vitales para el movimiento diario que hoy Argentina necesita. A esto hay que sumarle la mejor administración, clave absoluta para poder enfrentar a los clientes y demandantes, ahí surgen los interrogantes, los cuales se dilucidaran en unos cuantos años, cuando ya la empresa YPF obtenga los primeros dividendos del nuevo rumbo.

El plan a desarrollar es muy ambicioso e intenta sumar adeptos, pero se sabe que los conflictos internos también tienen importancia preponderante a la hora de los resultados. La decisión de expropiar YPF tuvo connotaciones históricas y ha venido a significar aire para el gobierno, el cual, a pesar de haber obtenido el 54% de los votos en octubre del año pasado, cinco meses después se vio vapuleada por investigaciones y baja de imagen de la Presidenta.



Las ideas solo son buenas cuando cumplen con los resultados, esta nueva propuesta parecería tener que cumplir con este precepto y nos vuelca a aventurar en el futuro un horizonte desconocido. Hay que administrar bien, la experiencia de las crisis que padeció Argentina, tal vez pesen en esta meta y de esa experiencia se pueda obtener buenos frutos. Luego estaría el tema de la inversión, adonde girar lo dividendos que se obtengan. Sumar más rutas, vías y accesos, seria una inversión que podría dejar más resultados y conformar a los inversores. Hoy quienes serán protagonistas del uso de del usufructo son los ciudadano, a ellos estarán apuntadas las ideas y los resultados. Tratar de hacer un país de las cenizas, como quedó luego de la crisis del 2001, ya de por si es un objetivo cumplido. La economía en nuestro suelo crece en estos últimos años, la sojizacion a dado buenos frutos para llevar un rumbo económico que logro mantenerse. Ahora se viene una nueva entrada de capital que vendrá de la mano de probar con una gestión emprendedora. Es una gran oportunidad, que no la perdamos es el objetivo, para lograr así el fortalecimiento de nuestro país y lograr el plan de inclusión social tan ambicionado por los Kirchner.

En conclusión, estas últimas medidas de expropiación son altamente innovadoras, pero deben irse sondeando a medida que pasen los años. Se deberá contar con gente idónea y con buenos empresarios que tengan visión para manejar muy bien tanto material productivo. Todavía queda un 49% de YPF que pertenece a grupos privados que convivieron durante estos veinte años con Repsol y saben, según su porción en la empresa, los manejos, ventajas y desventajas del elemento que tienen en sus manos.






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