La situación se torna cada vez más grave y los
protagonistas resisten no querer ver un panorama que es totalmente grave. Se podría
hacer algo, pero no parece el momento
Existe la sensación de que el tema no importa, la palabra
molesta o tal vez algo mas grave, no se toca porque es riesgoso para quien se
ocupe. Los titulares policiales inundan las tapas de todos los diarios, antes
eran solamente propiedad de “Crónica”, pionero en estos temas. Hoy y desde hace
varios años, los hechos de inseguridad se fueron repitiendo y además fueron
mutando en sus modalidades, como avanzando en un “in crescendo” técnico, ya no
son los “modus operandi” comunes de asalto a mano armada comunes o robos de
cosas sin las presencias de sus dueños. Se puede enumerar un sinfín de métodos
y sujetos: escruches, descuidistas, mecheras, rastreros, transas, y muchas
otras palabras que pasaron a formar un léxico nuevo en nuestra sociedad. Los
que miran como espectadores la situación y no toman cartas en el asunto, son
las posibles víctimas futuras, los cuales por la suerte providencial de cada
uno, quizás no pasen por la experiencia de ser robados o asaltados.
Hoy ya se puede percibir que grupos organizados delictivos,
operan desde hace muchos años entre nuestra sociedad. Asolan comercios,
industrias, casas. Con planes estratégicos que se fueron modernizando, no han
escatimado en aprender y evolucionar para reducir a las ocasionales víctimas, también
utilizan métodos logísticos que dejan mudo a cualquiera, ya que se sorprenden
de cómo están preparados estos sujetos, autos nuevos y varios integrantes bien
armados hoy forman un grupo delictivo.
El ciudadano inocente se fue modernizando en cuestiones de
seguridad en los años ´90, época de gobierno menemista. Allí nacieron las
empresas de seguridad, las cuales eran fundadas por ex policías o retirados de
la fuerza. Hoy existen infinidades de empresas, las cuales carecen de un gremio
convincente y se han transformado en fuente de trabajo para mucha gente, que cansadas
de buscar trabajo, apelan a este empleo, que siempre curiosamente, tiene
vacantes. Esta fuente de trabajo, ha subido su producción a medida que fue
subiendo el índice de inseguridad: bancos, countrys, edificios, comercios y
muchas otras organizaciones más, fueron formando parte de la clientela
selectiva de este fenómeno empresarial. Ahora esta clase social, es custodiada
y vigilada por gente con ideologías de seguridad que corresponden a épocas
pasadas, además las compañías de seguro fueron exigiendo la presencia de estos,
como requisito para emitir una poliza de robo. Los clientes son manejados y
controlados, también vigilados, rastreados y se les conoce todos los movimientos.
Los hechos de inseguridad se fueron agravando, y las victimas
creciendo, los casos se cuentan de todos los tamaños, desde un robo de celular
hasta un atraco en un banco. El análisis se observa a muchas situaciones,
también los lugares y zonas se han identificado como las más “calientes”, así
ocupa muy buena posición la zona del
conurbano. Pero el botín más codiciado es la Ciudad de Buenos Aires, allí se
ubican las grandes empresas y donde el comercio trabaja en su mayor esplendor,
situemos por ejemplo centros comerciales como el microcentro, Once, Flores, etc.,
repletas de gente durante la semana, haciendo compras y comerciando. Volviendo
al conurbano, no hay que dejar de destacar hechos delictivos importantes, aquí se
encuentran los secuestros y asaltos con víctimas, que en la mayoría de los
casos son los asaltados. No se percibe vigilancia policial permanente y el 911
es el número de la probable salvación, la cual solo llega para socorrer
victimas que no se explican porque esta situación no es evitable.
Los hechos de asalto violentos fueron aumentando, los
asesinatos de personas víctimas de hechos delictivos, van subiendo en
proporción. También aumentan las poblaciones carcelarias, donde estas
sociedades se conforman rejas adentro, formando parte de un rostro nuevo para
esta sociedad. Los que salen de cumplir condena, vuelven a delinquir, ya que
les es difícil conseguir trabajo si mencionan su paso por las rejas. Dentro de
los penales, es un capítulo aparte, y se viven realidades dignas de escribir en
libros de terror, allí pasan sus días con un tratamiento organizacional que va
por fuera del mundo.
Las organizaciones delictivas se fueron organizando técnica y
logísticamente, a medida que pasaron los años. Estas, a las cuales se las podría
llamar cuasi empresas, han formado redes de delito y formación que no descansa
y que tiene fatalmente futuro promisorio en una sociedad que no reacciona, y
una clase política que no imparte. Los comerciantes chinos que han hecho pie en
nuestro país, han propuesto un nuevo mapa en la inseguridad, surgió la “mafia
china”, las cuales mostraron a nuestra sociedad un sinfín de métodos criminales.
Ante esta realidad, lo único que queda por pensar, es que
esto será peor y que debemos resguardarnos o reclamar porque se imparta la
verdadera justicia y se controle por sobre todas las cosas, la protección del
ciudadano.