El licenciado Joaquín Francisco hace un balance de una
trayectoria en movimiento constante, pasando por diferentes aspectos de la
profesión del liquidador de seguros y su evolución.
La profesión del liquidador de
seguros en la Argentina tiene en el historial activo uno de sus protagonistas
referenciales, se trata del Estudio Montigny SRL. La firma formada por Bernardo
Montigny y Joaquín Francisco en el año 1948, buscó integrarse en el mercado en
aquellos años con una propuesta innovadora, a los ya conocidos seguros de
transporte de carga, se le sumaba un nuevo componente, la actividad de riesgos
múltiples. A través de equipos humanos profesionales que diversificaron las
distintas áreas del rubro, se logró abrir el abanico para ocuparse de las
distintas problemáticas y ofrecimientos de soluciones que tiene que asumir las
compañías de seguros con sus clientes. Hoy el Estudio Montigny SRL ha aprobado
su trayectoria al maximo, ya que la unión de aquellos dos fundadores generó
una innovación profesional que ha crecido, y con ella también el espectro del
mercado.
Joaquin Luis Francisco es la segunda generación de este presente de la
firma, quien ha adoptado también una sólida experiencia de muchos años en el
mercado produciendo constantemente innovación y dando cursos y seminarios a lo
largo de su trayectoria. Gracias a esta carrera de más de cincuenta años del
licenciado Francisco, se fueron generando muchos y nuevos profesionales en la
materia.
- Nos podría hacer una génesis de su actividad en el rubro del seguro?
JLF: Dentro del ámbito del
seguro, entre las compañías de seguros y los asegurados, aparece un actor que
media entre ellos dos para establecer si lo que ocurrió esta asegurado, cual es
el alcance y determinar que es lo que le corresponde percibir al asegurado. Yo
defino que somos el “puente de plata” para que el seguro tenga sentido. Nuestra
tarea apunta a darle actividad y una organicidad pacifica entre las partes,
para que cada uno de los protagonistas tome el rol que le corresponda, a la compañía a pagar el riesgo y al
asegurado a percibirlo
-Los inicios del Estudio Montigny datan de fines de 1800, cuéntenos un
poco toda esa rica historia de esta profesión y su formación.
JLF: Las primeras actividades de
seguros fueron de transporte, ya en la época de Carlo Magno se habían creado
mutuales de seguros. Las primeras compañías de seguros necesitaban tener alguien
que los represente en el lugar de recepción de la mercadería, para determinar
daños. Entre los años 1880 y 1890 habían en Buenos Aires algunos técnicos en
negocios marítimos que empezaron a otorgar certificaciones de daños. Según
algunos indicios que hemos tenido, a fines de 1880 estos expertos empiezan a
actuar de forma regular. Nuestra organización como empresa data de 1894, en
aquel momento llamada Herbarg y Banec, quienes fueron dos suecos que
representaban a compañías europeas. La actividad prosiguió y en los albores del
1900 aparecen en esta organización Brandeis y Lafalle, de origen francés. En el
año 1943, ingresa mi padre Joaquín Francisco, quien venia de desempeñarse en
Bunge-Born como experto en seguros de productos agrícolas, allí empieza a
trabajar junto a Manuel Montigny, con el cual toman la titularidad en el año
1948, de esa forma nace Montigny & Francisco. A partir de esos años la
actividad empezó a crecer tanto en el negocio internacional como en el seguro
local. Como contaba al principio, las primeras actividades estuvieron dadas por
los seguros de transportes de compañías del exterior y con la incorporación de
mi padre, se empieza a trabajar más activamente con compañías locales.
- Que es lo
que lo hizo diferente a Montigny de los otros liquidadores? cual fue su identidad?
La actividad de nuestra
empresa se distingue por tener un muy alto compromiso por la seriedad y
responsabilidad en el servicio. La esencia de nuestra actividad es ser
depositarios de confianza, las compañías nos ceden la atención de un caso y nos
constituimos en los ojos de ellos y les hacemos ver cuales son los alcances de
sus responsabilidades, la identidad de nuestro trabajo está marcada por la
confianza. El segundo concepto que nosotros desarrollamos es el profesionalismo
y se trató de una fuerte capacitación del liquidador de seguros. Tengamos en
cuenta que esta actividad se nutre de distintas corrientes del pensamiento,
tiene altos contenidos de derecho y tecnología. Debe recurrir al asesoramiento
de expertos en distintas materias. Es una actividad “atípica”, ya que no se
encuadra en ninguna actividad profesional específica. Hablando de los expertos
por ejemplo, los letrados cumplen con una parte del problema, los ingenieros y
demás, otras partes de la gestión. El liquidador el ingrediente adicional que tiene es que
debe tener una capacidad de consenso, esto es que la solución que proponga debe
conformar a ambas partes, no puede ser para el interés de una de las partes,
porque sino se trata de una solución “renga” que no da respuestas a las
expectativas de uno u otro.
-En cuanto a la optimización del servicio, cuales serian las
estrategias que ha consolidado el Estudio Montigny?
La realidad es que en esta
actividad se ha ido avanzando. Hoy hay dos grandes líneas de acción, por un lado
daños propios y por otro lado la cobertura de la responsabilidad. Los daños
propios son cuando alguien compra una
cobertura y en un siniestro pretende que le resuelvan su problema, mientras que
en los casos de responsabilidad, las compañias cubren las que pueda tener su
asegurado ante terceros y el tratamiento con estos. Es encontrar una solución
transaccional entre las partes, pero siempre se persigue buscar que el seguro
satisfaga a ambas partes con la sensación de que la gestión sirvió para
resolver una situación de coyuntura.
-Hubo innovaciones en el ramo desde que comenzó la actividad del
Estudio Montigny?
A partir del comienzo del
Estudio, la profesión adquiere una nueva fisonomía mas activa en el mercado local y va
con una propuesta de redefinir el servicio y conformar verdaderos equipos de
trabajo conjuntamente con los aseguradores. La idea no fue ofrecer un producto
enlatado o un servicio generalizado para todo el mercado, cada compañía tiene su
propio perfil, uno tiene que conocer las expectativas que espera del
liquidador la compañía. Se requiere tener una interrelación muy fuerte entre
las áreas de acción de nuestra empresa y las áreas operativas de las compañías para que en común acuerdo se encuentren las soluciones que cada caso requiere.
No hay dos casos iguales, el sabor de esta actividad la tiene en su naturaleza y
es la falta de rutina, uno puede repetir procedimientos y mecanismos de
gestión, pero los actores son distintos y traen consigo sus propias características.
Todos los días y cada día se constituye en nuestra actividad un desafió que es
como vamos a superar las contingencias que se nos presentan. Entonces es ahí
donde debemos aportar nuestra imaginación, conocimiento y experiencia para
lograr que la solución que se logre deje a ambas partes con la sensación de
que ambos han ganado.
- Por la competencia con los liquidadores en el país, como el
Estudio Montigny fue moldeando su presencia en el mercado?
El mercado ha ido creciendo y con
ella las compañías. Cuando comienza sus actividades el Estudio Montigny &
Francisco en 1948 que se dedica a riesgos múltiples, empieza a haber una
explosión de compañías de seguros nuevas. En el año ´48 por ejemplo, en el país
no había mas de sesenta compañías. En el año ´70, solo veinte años después, la
cantidad de compañías superaron las trescientas, se multiplicaron en cinco, ahora esto se a reducido porque algunas se han unido, otras han desaparecido o
no han tenido capacidad de subsistir en el mercado. Este crecimiento de la
cantidad de actores en este negocio, hizo que los que conducen estas empresas
hayan tenido nuevas relaciones y conocieran organizaciones nuevas que podrían
prestarles servicios. Entonces aumentó la demanda en materia de liquidación de
siniestros y empezaron a surgir distintos estudios. En estos momentos habrá mas
de 150 estudios, muchos de ellos nucleados en la Asociación Argentina de
Peritos y Liquidadores de Seguros, donde la mayoría tienen una actividad
monoramica, es decir un solo ramo: transporte, navegación, actividad agrícola,
otros solo seguros técnicos de incendios o riesgos varios. Algunos pocos
estudios, no mas de 15 tienen una actividad multiramica, es decir de distintos
rubros, el Estudio Montigny es uno de los pocos que tiene capacitación para
manejar negocios de transporte interno como nacional, en ese sentido estamos en
una avanzada con respecto a la competencia.
- De las actividades de esta tarea de liquidaciones de seguros,
cuales son las complejidades con las que usualmente esta función se encuentra?
JLF: Toda actividad tiene su
complejidad, es difícil en este momento para un funcionario de una compañía
poder evaluar la dedicación y el tiempo entre otras cosas que el liquidador le
brinda a cada caso, es por eso que una de las trabas mas serias que tenemos es
la insuficiencia de recursos para poder hacer frente a todas las gestiones que
un caso requiere. Esto pasa porque se ha creado la tarifación de las gestiones que no contemplan la complejidad que cada caso tiene La realidad es que
paulatinamente se ha pasado de una actividad de alto contenido profesional, conocimiento
y gestión a ser un negocio de atención masiva de casos. Si uno analiza cual fue
la evolución del mercado en los últimos años, se nota que el mayor crecimiento
se dio en lo que se conoce como líneas personales: automotores, integral de comercio,
accidentes personales, la demanda de servicios se orientó hacia ese
requerimiento. Hoy hay una gran guerra de precios entre las compañías y los
recursos que tiene son limitados. Estamos inmersos dentro de un sistema donde
no se disponen de elevados importes para hacer frente a los servicios que la
gestión demanda, entonces tenemos que tratar de buscar una automatización, es
decir, un sistema de trabajo en equipo masificado. Las trabas que tenemos son
la insuficiencia de recursos suficientes para brindarle a cada caso la
atención que requiere. Otra de los aspectos, que es una de las preocupaciones serias
que tenemos, tiene que ver con la responsabilidad profesional, como
representantes de la compañía, tenemos una responsabilidad que tiene que ver
con el cuidado de las obligaciones del asegurador, entonces si a consecuencia
de nuestra gestión, una compañía se viera obligada a pagar un siniestro que no
le correspondiera, lo mas probable es que lo pague y luego venga a reclamar al liquidador
por su incompetencia, en el hecho de no rechazar un siniestro. Entonces nuestra
preocupación mas seria tiene que ver con la administración adecuada de ese
mecanismo de la preservación de los derechos que el asegurador debe tener para
opinar sobre cada siniestro, nosotros somos los que brindamos la información
para que el asegurado tome la decisión, el liquidador no decide, informa.
Nuestro producto final es un informe que es una síntesis de la gestión que
llevamos a cabo y donde el asegurador tiene los elementos para decidir.
-En ese enfoque, que sucede con el concepto de capacidad de consenso y
de la solución que satisfaga a ambas partes, tanto asegurador como asegurado?
Dentro de las posibilidades
de relación entre las partes, puede suceder que algún asegurado que crea tener
derecho a que le sea indemnizado un daño, que su póliza no lo amparé, el hecho de que
haya un rechazo o cuestionamiento no quiere decir que haya un conflicto.
Nuestra función es poner en blanco y negro la situación del asegurador y
asegurado. Si los derechos del asegurado están limitados y nos encontramos sin un consenso entre las partes, le hacemos ver al asegurado que su póliza
no lo cubre. Debemos dejar al asegurado con la sensación de que si no se le
paga es porque no tenía derechos, y no que la compañía haya tenido una actitud
reticente.
-Obviamente tendrá infinidad de anécdotas en su profesión de tantos
años en el mercado de la liquidación de seguros, nos podría relatar alguna??
Creo que hay muchísimos episodios anecdoticos a lo largo de nuestra actividad, recuerdo una historia graciosa que tuvo que
ver cuando nosotros teníamos muchas tareas de control en importación de
productos a granel. Nos designaban para hacer el control de productos líquidos,
por ejemplo venia un buque completo, teníamos que subir a bordo, tomar
controles de temperatura, es decir una serie de evaluaciones para determinar si
el buque traía la cantidad comprada y si venía en buen estado o no, entonces
emitíamos un certificado donde aprobábamos o no el traslado de la carga. En una
oportunidad tomamos a una persona nueva, llega un buque tanque y fuimos juntos
a Dock Sud para explicarle como era nuestro trabajo, yo había ido muchas veces a
verificar ese buque, así que lo conocía muy bien, me movia como pez en el agua por
el interior de ese barco y este muchacho me seguía asombrado como yo me
desplazaba. Un piso de la cubierta estaba recién pintado, no me di cuenta y
caí, la cubierta había sido pintada de verde, yo estaba con un traje negro y me
quedo como un traje de payaso (risas), este joven estaba pálido, no sabía si morirse de
risa o asumir que me podría haber pasado algo mas grave. En un gesto de
colaboración saca su pañuelo e intenta sacarme la pintura, ahí fue cuando tome
una determinación y fue mi última vez
que subí a un barco por mi actividad. Otra vez había subido a un tanque en
Parque Patricios y me agarró un mareo, estos hechos fueron en el año ´74.
-Donde estuvo ubicado físicamente Montigny & Francisco a lo largo
de su historia hasta hoy?
JLF: En el año 48 el estudio estaba
ubicado en Sarmiento 412, yo no había cumplido 16 años y empecé como jefe de
archivo y cadete mientras iba a la facultad. Me casé a los 20 los años y en el
año ´56 nos mudamos a la calle San Martín 569, propiedad que la firma compró.
Luego cuando empezaron a hacer colapso todos los servicios en microcentro decidimos irnos a Balcarce 880 en San Telmo, ahí estuvimos desde el ´80 hasta
cerca del ´88 y luego volvimos a la calle San Martin, luego en la calle Tucumán. En el presente estamos
en la avenida Cordoba.
- Que mención nos puede hacer de su hermano y su padre Norberto y Joaquín Francisco, con quienes desarrollo está actividad?
JLF: Yo trabaje con mi padre varios años, el
falleció en el año ´69, fue mi maestro y guía. Norberto entró a trabajar en el
año ’63 y luego de la muerte de mi padre quedamos el y yo en la
titularidad de la empresa. Bernardo Montigny murió en el año ’77 y dio una
curiosa casualidad que había nacido en 1894, año de la fundación del
estudio, falleció a los 81 años. Mi padre fue una persona muy respetada en
el mercado, pero vivió otra época en la cual el servicio de profesionales en la
liquidación de siniestros era un servicio” demandado”, es decir las compañías
venían a buscar a los liquidadores para que atiendan sus reclamos y luego el
devenir de las épocas del mercado hizo un servicio “ofrecido”, es decir que en
lugar que las compañías nos vengan a buscar, nosotros teníamos que ofrecer
nuestro servicio. Creo que dentro del concepto de nuestro mercado tenemos una
muy alta consideración. No hay compañía de seguros que no reconozca nuestra
trayectoria y seriedad, una empresa como la nuestra de tan larga trayectoria, a
veces hace que uno crea que es suficiente con mostrar su historia, la realidad
es que nosotros tenemos que mostrar lo que vamos a ofrecer y no lo que
ofrecimos, es decir lo que tenemos que proponer a los clientes es una
gestión eficiente de aquí en adelante.