La gran
hecatombe que se vive en este verano en el país, será realmente digno de ser
recordado, Peleas y enfrentamientos por doquier, dentro de un cumulo de
reclamos y oleajes de la economía. Como no resaltar el gran flujo turístico que
se mueve por todo el país y que pretende mostrar un gran clima anímico en
nuestra sociedad. Sumémosle a eso los feriados por única vez y la gran
recuperación de las fechas de carnaval, todo un gran triunfo del gobierno, el
cual hastiado por las injusticias de un gobierno de facto, recuperó esos dos días
festivos.
Pasaron las
fiestas y dejaron un saldo minúsculo en torno a los heridos con pirotecnia, eso
da una sensación de un paso adelante, movemos cinco casilleros. El calor aún no
se ha sentido con demasía, solo fueron algunos días de diciembre y recién ahora
a fines de enero, la temporada estival decidió irrumpir con su presencia más
altanera. Las actividades de la Presidenta, de dirigentes políticos, las
movilizaciones sindicales y los reclamos sociales, no se han interrumpido un ápice,
y eso señala la adrenalina que exhala este momento de bonanza económica. Atrás
quedaron las apropiaciones de YPF y las obras anunciadas por el gobierno día a día.
Los actos sobre obras de parte de CFK, ya se viven como dicotomías que
diferencian nuestra sociedad Hoy la sensación es “ufa, otra vez cadena nacional”
y se tapan con críticas, las actividades de los funcionarios del Estado. Las
situaciones son vertiginosas, ya que a un anuncio es devorado urgentemente y al
otro dia ya se quiere otro. No podemos dejar de resaltar la batalla por la Ley
de Medios, que tienen a maltraer a todos los comunicadores, ya que eso sumó
triple trabajo incorporándole la nueva vedette, que es la red social Twitter.
La problemática
del transporte público es una bola de nieve que continúa creciendo, y lejos de
proponerse con mas recalco en capital y conurbano, no deja de ser un problema
en todo el país. La tragedia de once, del cual el próximo veintidós de febrero
se cumple un año, se transformó en una promesa de pedido incansable a las
autoridades y empresas del transporte, de que una sociedad quiere cambiar y que
ya no quiere viajar de forma inhumana y totalmente desprotegida. Aquellas cincuenta y
dos víctimas que dejo el luctuoso hecho del tren que no freno en el andén, nos
ha dejado un sabor amargo. Como que fuimos parte cómplice como sociedad, de lo
que sucedió ese febrero de 2012 en la estación Once . Como parangonando la
película norteamericana tan exitosa años ha, nosotros sabemos que es lo que
hicimos el verano pasado y si no se ponen las barbas en remojo y se hace algo,
lamentablemente volverá a pasar. La mamá de Lucas Menghini Rey está al frente
de la lucha de los parientes de las 52 víctimas, quienes buscan denodadamente a
través de campañas, poner el tema en la agenda para darle un coto de justicia y
de tratamiento del problema que nombramos, el transporte.
Todas estas
situaciones y muchas más, suceden dentro de un marco llamado el verano
argentino, que siempre es un preanuncio de lo que derivara en el año 2013. Termina
en trece este año, algunos le dicen “la yeta” en la quiniela, pero da la pauta
que será intenso, ya que si el verano esta así, entonces preparémonos para
enfrentar lo que todavía falta.