Guillermo Orozco Gómez
es un comunicador y educador mexicano que a lo largo de su trayectoria supo
cuestionarse acerca de las nuevas tendencias que han hecho resquebrajar la
relación entre aula y medios comunicativos. Nacido en las tierras
Guadalajarenses de Jalisco (sabrán disculpar si no pronuncio bien su acepción
provincial) en el año 1954, llegó hasta hoy con una vasta creación de libros
que enfocan un tema que lo tuvo en vilo todos estos años. Títulos como:
“Televisión y audiencias, un enfoque cualitativo”, “La Investigación y la
comunicación dentro y fuera de América Latina: tendencias, perspectivas y
desafíos del estudio de los medios”, “Televisión, audiencias e información” y
recientemente este nuevo hijo llamado “Al filo de las pantallas” son sus obras.
Viendo solamente los
títulos del autor, podemos entender que analiza fuertemente la gravitación de
las pantallas y se preocupa por cómo ha ido desarrollándose y desarrollando a
las sociedades en materia de educación. Orozco Gómez como ya dijimos, nació en
el ´54 y fue unos mas de millones que pudimos experimentar el desarrollo de la
primera pantalla que se masiviso en todo el planeta, la televisión. Nacimos
dentro de reglas acordadas por una pantalla que rodeada por familias en un
comedor a la hora del almuerzo o la cena, fue gestando los primeros cambios en
nosotros a nivel educacional.
El autor contempla en
su discurso los daños que se fueron generando ya con el desarrollo de las
pantallas a través de las décadas que nos preceden, daños que tiene que ver
preferentemente con la educación. Como el mismo lo admite, fue comunicador
antes que educador, pero que las dos formas de promover información van
bastante de la mano. Lo que ha causado la televisión a las aulas y claustros se
fue agravando y hoy nos encontramos con la invasión de las pantallas en todos
los aspectos, dice el autor que “el mercado ha promovido la necesidad del último
aparato moderno y más audiencias frente a las pantallas”. Hablando de pantallas
nos referimos con mayor énfasis a las últimas dos décadas y estas son :
televisores (que se fueron modernizando hasta llegar al plasma HD hoy),
computadoras, monitores, celulares, Ipads y no alcanzaría la lista para
desplegar todo este dominio invasivo de algo muy reducido pero a la vez
abarcador como es “la pantalla”.
Yendo a husmear sobre
el libro “Al filo de las pantallas” y al donde nuestro país tuvo el privilegio
único de contar con la presencia de su autor en una charla en el Bauen Hotel,
la obra se analiza y despliega de la siguiente manera dice Orozco“ se trata de
tres premisas fundamentales que conforma el temario de este libro y es analizar
las audiencias, abrir opciones , una premisa básica para el convencimiento de
que podemos cambiar como somos”.
Enfatiza el autor que “La
segunda premisa es relacionarnos con todas las pantallas, buscar por ejemplo en
los videojuegos tal vez un aliado o alguna gratificación, no intentar entrar de
manera autoritaria a negarlas, esto es prohibiendo su uso. Intentar buscar en el pensamiento analítico
las respuesta que nos hacen falta, ya no el pensamiento crítico que nos
gobierna. Esto es constantes y constantes luchas por imponer cualquier crítica
y creer que podemos dar a conocer una más potente que otra”, por eso está dentro de esta segunda premisa
fundamental, el pensamiento analítico en su mayor expresión, sabernos preguntar
para llegar a hacer algo evidente.
La tercera premisa
contiene a las familias y las escuelas, ya que a lo largo del análisis de Gomez
Orozco esta la certeza fundamental de que los jóvenes no buscan sus respuestas
en el aula ni en la familia, sino en las pantallas o con sus pares. Damos a
modo de ejemplo lo que reflexionó Alejandro Spieguel doctor en educación de la
UBA además de una lista de vasta de trayectoria, quien nos dice que “los
jóvenes no buscan sus respuestas y dan a conocer sus reflexiones en las aulas o
las familias, sino en los recreos con sus compañeros”. Entonces hay que
redondear la reflexión que los jóvenes buscan las respuestas en otros adelantos
tecnológicos cada vez mas modernizados y para todos los fines.
Para concluir tenemos
que decir que el divorcio que produjo la invención de la televisión en las relaciones educacionales ha sido muy
grave por eso hay que llegar a la reconciliación. Es posible una imaginación
tan grande el pensar que una de las formas de unirnos nuevamente educadores y
educandos es a través de una transformación, ese pizarrón que estuvo frente a
nuestras caras como alumnos toda una vida con un maestro o profesor a su
diestra, se deberá transformar imaginariamente en una pantalla, junto al
educador se integrara en una solución posible a futuro y soldará las heridas
abiertas de la enseñanza tradicional.