martes, 30 de julio de 2019

El caso del comerciante panadero

A Julio Oscar Martinez, un comerciante panadero de 48 años, cuyo negocio estaba situado en Parque San Martín Partido de Merlo, lo mataron con arma de fuego el Domingo 1 de Julio de 2014 al mediodía.

Ese día había vuelto a su casa a pocas cuadras del negocio, con su camioneta Fiat Fiorino. Allí lo estaba esperando en una moto Adrian Mansilla, apodado “El Cabezon”. Martinez llevaba dinero y alcanzó a tirar el fajo dentro de su casa, por lo que el delincuente le disparó y se fugó. Martinez murió minutos después en el Hospital Eva Perón.

Dentro de las sospechas de los investigadores, se presumía que Martinez fue victima de una “entregada” por parte de sus hijastros, los cuales vivieron y trabajaron junto a él durante muchos años, incluso luego de terminada la relación con la madre de estos y de otras dos hijas que tuvieron.

Este último Domingo 28 de julio, Adrian Mansilla fue muerto  en fuga escapandose de la policía, luego de robar un supermercado chino en Libertad. Se había fugado el día anterior de la cárcel.

sábado, 13 de julio de 2019

Las Heras Y Lafinur


Sábados y Domingos, imposible olvidarse. La avenida Las Heras era gigante, todo el derredor era impresionante para aquel chico de quince años que ya quería viajar solo e ir siempre más allá con el colectivo.
Era otro planeta ver las veredas que no dejaban espacio  ni para un centímetro de tierra, asi como se veía en las calles de tierra del conurbano. En La Matanza no era ni es así, yo estaba familiarizado con las calles de tierra y la poca iluminación.
Cuando empecé a viajar solo a los 13 años, ya sentía la adrenalina de tomarme el 55 en General Paz y provincias Unidas, límite entre La Matanza y la Ciudad de Buenos Aires, y empezar a observar cómo se iban transformando los barrios desde Mataderos hasta Palermo. Las casas bajas de Mataderos dejaban empezar a ver como crecían las viviendas a partir de Caballito hasta llegar a Plaza Italia, donde se empezaban a erigir moles de cemento por Avenida Santa fe y por Las Heras.
Precisamente era  sobre avenida Las Heras donde yo encallaba, en un edificio frente al  Jardín Botánico, donde Andrea, mi tia,  trabajaba de mucama desde hacía años, desde que llego del campo en la provincia de Santiago del Estero. Soy o significo un poco ese éxodo  que nació desde los años 50 cuando los provincianos venían a trabajar a la ciudad, movidos por esas ansias de superarse, ya que en el campo quizás no encontraban su lugar. Hoy quizás el campo ya se ha superado tanto que si se hubiesen quedado, tal vez el progreso los encontraba en su propia provincia.
En los años ´80 los sueldos ya eran un poco bajos, ya habíamos pasado  por un problema muy grande de devaluación y crisis económica al que nos sometió el régimen militar y el gobierno de Alfonsin no lo lograba ni quería cambiar esa realidad quizás. Aun no estaba la crisis en pleno, mi tia no la pudo sufrir, murió de una grave enfermedad años antes de la hecatombe económica del ´89.
En ese edificio de Las Heras, intente imaginar mi vida, tratar de soñar con mi futuro y mi crecimiento, ver cierta desigualdad que se empezaba a acrecentar y que no percibía…