domingo, 22 de octubre de 2017

Cansado

Dígame ciudadano argentino si ya no está cansado de que lo ametrallen a noticias que no lo llevan a ninguna respuesta y conclusión, dígame que no está cansado de tanta conclusión de los medios imperativa hacia usted cuando le dicen “luego de toda esta información, hágase sus propias respuestas”.
Dígame si no se cansó de un estado en este país, que siempre utiliza su maquinaria para desembocar en lo mismo, en lograr que nunca se desemboque en nada. Dígame que ve pasar gobiernos que se adueñan de esa red del estado, para acomodarlo y “acomodarse” (literalmente diciendo acomodarse) a las necesidades de los mismos. Dígame que cuando ve la misma cara con otra camiseta, pero que está nuevamente en ese lugar del estado y que nunca se movió o lo adaptó, no se retuerce un poco de la impotencia.
Dígame si cuando ve algo parecido a lo que vio en la época militar en esta democracia de más de 30 años, no le da como una desazón que parece como que es más de lo mismo con muchos de los mismos. Supimos en estas décadas que los militares en el gobierno no fueron solo los militares. Supimos que detrás de todos estaba la mano de digitación de la economía para poder responder a intereses que precisamente no eran ni son los intereses de los trabajadores.
Dígame ciudadano argentino que pasa por su cabeza cuando ve que un joven se fue insalvable por esa alcantarilla del manejo del estado y no tuvimos una oportunidad de cambiar eso otra vez, es decir que el Estado metió allí otra vez su efecto devastador. Dígame que ha vivido tantos años y que pensó si muchas veces creyó en que todo cambiaba para mejor. Dígame si no lo embaucaron con discursos renovados todo este tiempo. Dígame que no le da repulsión vislumbrar que detrás del estado argentino, siempre hubo una maquinaria que se mantuvo encolumne y sujeto a cualquier demolición, aguantando todo lo que se le vino para cambiarlo pero que nunca pudo ser derribado.
Dígame si cuando ve la televisión y las noticias, no está cansado de sentir que no lo informan, sino lo deforman. Dígame si le sorprende ver la practica discursiva de los medios, los cuales buscan lograr que lleguen a las conclusiones convenientes.
Dígame ciudadano si no está cansado de “La grieta”, esa que le impusieron no estando usted ni en un lado ni en el otro, usted estaba nomás, después terminó siendo arriado para un lado o para el otro a la necesidad de lo que otros quieran.
Dígame si no está cansado de la Justicia, la que consideran siempre la más impoluta, a la que hay que regirse y que hay que dejarle la última palabra porque ella con sus decisiones es la que digita nuestros destinos. La cuestión que esa palabra de la justicia nunca llega. dígame si no está cansado de que nunca llegue y de que acá pasó de ser lenta a rápida solo por intereses.
Dígame si cuando ve a los formadores de precios que deciden su destino de como regular su economía (obviamente siempre para que viva de moderado a deplorable), no siente que nunca va a poder sentir felicidad de poder mantener una economía regular y sin tantos sobresaltos.
Dígame si a veces dice que todo esto no va a cambiar más y cae en la idea desesperanzadora de no querer más nada, de decir que todo es lo mismo de lo mismo.

Yo le voy a decir, yo si estoy cansado.

jueves, 8 de junio de 2017

TRASLADO

Amanecía en esa mañana dorada de enero, ya habían pasado los momentos más duros de Navidad y Año Nuevo, también había pasado la tristeza de haber estado solo, sin aquella gente que lo había acompañado hasta que estuvo listo.
Decidió irse ese mes, un Domingo de tanto dolor como siempre sintió ese día de la semana. Domingo que sirve para el suicidio porque ahonda y clava sus garras esa soledad con más fuerza. Decidió salir de tarde, tirando la noche. Busco ese horario preferentemente de un ocaso triste, que le dolía en el alma cada vez que lo había visto llegar durante tantos años.
El vuelo que lo llevaría a no se sabe que, porque no se sabía que buscaba o que quería, tenía horario fijado esa tarde. Inseguro de su conducta, pero con sentido de estar listo. Tantos años no han pasado en vano y la vida no debería ser tampoco en vano para él y ya sentía no seguir esperando.
No había decidido irse cualquier época de su vida, fue un momento especial. Estaba con ganas de cumplir sueños, eso nunca lo había perdido, por lo que le sirvió de motor motivador. No había elegido cualquier momento para irse, eligió el momento en que se fue su madre.  Cuando decidió irse ella, también quiso partir mucho de él.
Ahí estaba otra alguien también, tomando el mismo vuelo. Una muchacha que se suponía más segura para irse a donde fuera. Se sentó justo a su lado. Doce horas para ser compañeros de viaje, doce horas que serán toda una vida en sus vidas. ¿Qué es lo primero que se dirían como para cruzar una palabra luego de una mirada?? Ah sí, “a disfrutar del viaje”.
A él siempre le dieron miedo los aviones, pero se atreve a viajar igual; ¿sino como haría para cruzar el océano? Ya en vuelo obviamente hay nervios y sobre todo cuando va al baño, es como que se despega de una absurda seguridad que le da su asiento y el cinturón. Desabrochárselo no es tarea fácil, porque piensa que su mayor momento de peligro en el vuelo, está caminando por los pasillos de la aeronave hacia el baño. Y además permanecer allí, en el baño.
 Dormir le cuesta horrores, se trajo un celular completo de música de todas las épocas y géneros, 32 gigabytes de memoria con temas divididos, bien armados y titulados. Esto no le frena el miedo a volar, pero lo hace sentir como que estuviera en tierra firme, porque los que están cantando y tocando en esa grabación, en ese momento estaban en tierra firme.
Vino la comida, que es algo que relaja, porque acompaña el alcohol. Ahí empiezan a contarse sus vidas y actividades. las cosas que hacen y empiezan las risas. El viaje es como una suerte de paréntesis, como cuando decía en la escuela la profe de lenguaje “abrir corchetes, cerrar corchetes”, porque un viaje es eso, es estar entre paréntesis, en este caso estar entre paréntesis doce horas de vuelo. Ya saliste de tu lugar de inicio, pero no llegaste aún. Estas en transición, en proceso.
Que buen estado es estar “en proceso”, “en transcurso”, “en traslado”, etc. Eso, “traslado”, esa es la palabra. El mejor estado de la vida es estar en traslado. Disfrutar del traslado en ese avión, significa muchas cosas. Tratar de convivir con muchas personas todas con sus problemas y sus objetivos.