Dígame ciudadano argentino si ya no está
cansado de que lo ametrallen a noticias que no lo llevan a ninguna respuesta y
conclusión, dígame que no está cansado de tanta conclusión de los medios
imperativa hacia usted cuando le dicen “luego de toda esta información, hágase sus
propias respuestas”.
Dígame si no se cansó de un estado en este país,
que siempre utiliza su maquinaria para desembocar en lo mismo, en lograr que
nunca se desemboque en nada. Dígame que ve pasar gobiernos que se adueñan de
esa red del estado, para acomodarlo y “acomodarse” (literalmente diciendo
acomodarse) a las necesidades de los mismos. Dígame que cuando ve la misma cara
con otra camiseta, pero que está nuevamente en ese lugar del estado y que nunca
se movió o lo adaptó, no se retuerce un poco de la impotencia.
Dígame si cuando ve algo parecido a lo que vio
en la época militar en esta democracia de más de 30 años, no le da como una desazón
que parece como que es más de lo mismo con muchos de los mismos. Supimos en
estas décadas que los militares en el gobierno no fueron solo los militares.
Supimos que detrás de todos estaba la mano de digitación de la economía para poder
responder a intereses que precisamente no eran ni son los intereses de los
trabajadores.
Dígame ciudadano argentino que pasa por su
cabeza cuando ve que un joven se fue insalvable por esa alcantarilla del manejo
del estado y no tuvimos una oportunidad de cambiar eso otra vez, es decir que el
Estado metió allí otra vez su efecto devastador. Dígame que ha vivido tantos
años y que pensó si muchas veces creyó en que todo cambiaba para mejor. Dígame
si no lo embaucaron con discursos renovados todo este tiempo. Dígame que no le
da repulsión vislumbrar que detrás del estado argentino, siempre hubo una
maquinaria que se mantuvo encolumne y sujeto a cualquier demolición, aguantando
todo lo que se le vino para cambiarlo pero que nunca pudo ser derribado.
Dígame si cuando ve la televisión y las
noticias, no está cansado de sentir que no lo informan, sino lo deforman. Dígame
si le sorprende ver la practica discursiva de los medios, los cuales buscan
lograr que lleguen a las conclusiones convenientes.
Dígame ciudadano si no está cansado de “La
grieta”, esa que le impusieron no estando usted ni en un lado ni en el otro,
usted estaba nomás, después terminó siendo arriado para un lado o para el otro
a la necesidad de lo que otros quieran.
Dígame si no está cansado de la Justicia, la
que consideran siempre la más impoluta, a la que hay que regirse y que hay que
dejarle la última palabra porque ella con sus decisiones es la que digita
nuestros destinos. La cuestión que esa palabra de la justicia nunca llega. dígame
si no está cansado de que nunca llegue y de que acá pasó de ser lenta a rápida
solo por intereses.
Dígame si cuando ve a los formadores de precios
que deciden su destino de como regular su economía (obviamente siempre para que
viva de moderado a deplorable), no siente que nunca va a poder sentir felicidad
de poder mantener una economía regular y sin tantos sobresaltos.
Dígame si a veces dice que todo esto no va a
cambiar más y cae en la idea desesperanzadora de no querer más nada, de decir
que todo es lo mismo de lo mismo.
Yo le voy a decir, yo si estoy cansado.