Las políticas y las
administraciones del transporte público parecen insuficientes. El servicio se
va degradando cada vez más, y amenaza por continuar un camino sin retorno.
Los servicios de colectivos y trenes
son uno de los grandes problemas de la Argentina, que aun quedan por resolver,
son las herramientas esenciales para que el pulpo de la producción pueda
entrelazar sus tentáculos, y movilizar una serie de mecanismos industriales y
administrativos. La materia prima es la gente, esto son los trabajadores, que
aportan todos los días su tiempo y dinero para subirse a esas unidades o
vagones, y trasladarse preferentemente a los principales puntos de la Ciudad de
Buenos Aires. La Capital es el lugar donde se concentran con más encono las
grandes empresas productoras: oficinas, fábricas, centros comerciales y en
estos últimos años, las ferias. No hay que dejar de agregar el público que
forma parte de los establecimientos educativos: colegios y universidades.
Toda esta marea de gente necesita
movilizarse y transitar para llegar a su lugar de producción, donde pasará
varias horas ejerciendo incansablemente sus labores, pero a esto se suma otro
esfuerzo, el viaje de ida y vuelta.
Aquí comienza un circuito que no
tiene explicación, las innumerables empresas de colectivos, las cuales no dan ningún
tipo de dato, balance e información a quienes lo requieren, dejan un espacio de
sombras para el usuario. Los subsidios que implementó el gobierno de Kirchner para
el transporte, solo han logrado frenar los continuos aumentos de tarifas que
sufrían los pasajeros desde hace muchos años en otros gobiernos. El boleto
impreso de la maquina, antes de la época flamante del SUBE, venia con una
leyenda en su anverso de “Subsidiado por el Estado Nacional”, así como también
los otros servicios como luz, gas y agua. Ahora bien, esta política de
subsidios, al día de hoy, no vino a avanzar en los niveles de servicio. Por el
contrario, a medida que fue aumentando la densidad de pasajeros, el servicio se
fue degradando. Menos frecuencia de colectivos en semana y peor aun en fin de
semana, no han llegado a conformar al aumento de usuarios.
Hay que agregar que las horas nocturnas se hacen mas tediosas para los sufridos pasajeros, ya que aumenta el tiempo de espera del paso de los ramales y una gran mayoría de empresas directamente cortan el servicio. El poco avance en la implementación de nuevos recorridos-preferentemente en el conurbano- suma una deficiencia más y engrosa el problema. Ya son varios años que en el conurbano no inauguran nuevos trazados de circulación de líneas de transporte, es como que los ramales quedan consolidados en el tiempo y no evolucionan. Los usuarios aumentan, pero las empresas de colectivos no van al ritmo de los requerimientos. Los vecinos reclaman a los municipios el asfaltado de calles en muchos barrios, lo que podría significar mas recorridos, pero todo va de la mano de una política de infraestructura que no se implementa.. La pavimentación de calles en el conurbano no va tan lenta, pero tampoco se percibe el eco de un acompañamiento de las empresas de colectivos por captar mas personas y poder brindarle el servicio que necesitan.
Hay que agregar que las horas nocturnas se hacen mas tediosas para los sufridos pasajeros, ya que aumenta el tiempo de espera del paso de los ramales y una gran mayoría de empresas directamente cortan el servicio. El poco avance en la implementación de nuevos recorridos-preferentemente en el conurbano- suma una deficiencia más y engrosa el problema. Ya son varios años que en el conurbano no inauguran nuevos trazados de circulación de líneas de transporte, es como que los ramales quedan consolidados en el tiempo y no evolucionan. Los usuarios aumentan, pero las empresas de colectivos no van al ritmo de los requerimientos. Los vecinos reclaman a los municipios el asfaltado de calles en muchos barrios, lo que podría significar mas recorridos, pero todo va de la mano de una política de infraestructura que no se implementa.. La pavimentación de calles en el conurbano no va tan lenta, pero tampoco se percibe el eco de un acompañamiento de las empresas de colectivos por captar mas personas y poder brindarle el servicio que necesitan.
Entrar a la capital un día de
semana puede ser catastrófico, muchos autos inundan el parque automotor y cada
vez van en aumento, esto por cierta reactivación de las ventas gracias a los créditos.
La circulación vehicular se vuelve intransitable, los colapsos de horas pico parecen
extenderse y los taponamientos y embotellamientos, ya se pueden ver en directo
por televisión. Hasta hay periodistas especializados en el tema, quienes
reportan los accesos y la circulación diariamente por los diferentes medios de
comunicación., cotidianamente es un panorama que nunca cambia, salvo en la
temporada estival, que es cuando la gente vacaciona en otras ciudades.
Las arterias protagonistas de
estos informes de transito son, Panamericana, General Paz, Acceso Oeste y
Autopista 25 de Mayo, después les siguen la lista gigante de próceres que
tenemos en nuestro catalogo de calles y avenidas. Las demoras en un
embotellamiento pueden ser de hasta una hora, ni hablar si se produce algún
accidente. No nos olvidemos de dar un vistazo sobre el servicio ferroviario,
gran protagonista de defectos, luego de la tragedia de Once. Aquí ya el tema es
mucho mas grave, los trenes van muy llenos en horas pico y con las puertas
abiertas en algunos casos, lo que posibilita el peligro a lo que se exponen los
pasajeros. El estado de los trenes es deplorable, ventana rotas, mecanismos de cierre
de puertas visible, sin protección y que no cierran, además de asientos rotos. Hubo reestructuración de algunas
formaciones, la cuales se rearmaron en dos pisos.
La inseguridad no escapa a este cóctel
de penurias que tiene que vivir los pasajeros, sobre todo en horas nocturnas, después
de las once de la noche, cuando ya hay menos pasajeros, las posibilidades que
suban delincuentes a robar arriba de las unidades, son latentes. El tema de las
empresas que no dan sus informaciones administrativas al ciudadano, se fue
poniendo cada vez mas fuerte, no se sabe sobre sus estructuras administrativas
y menos puede uno entrar a una empresa de transporte a recabar alguna
información, la cual pareciera vedada al ciudadano común.
La ultima decisión gubernamental
fue fusionar el ministerio del interior, presidido por Florencio Randazzo, con
la secretaria de transporte, el cual tomó algunas medidas en cuanto a
políticas, reuniéndose con su par de Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri,
para llegar a acuerdos de financiamiento de sueldo de trabajadores de Subte.
Estos últimos, tuvieron a maltraer a los usuarios hace unos días, con un paro
de más de una semana.
Todo esto genera una sumatoria de
degradación en el transporte público, que fue produciéndose a lo largo de años
y gobiernos, la pregunta es ¿queremos nosotros como usuarios, exigir que se
mejore nuestro bienestar en el transporte?.