miércoles, 20 de marzo de 2013

BERGOGLIO YA ES "FRANCISCO, EL PAPA DE LOS POBRES"



La elección y asunción del nuevo papa, provocó en Buenos Aires un hecho histórico. El cardenal Jorge Mario Bergoglio fue elegido como sucesor del renunciado Benedicto XVI.

Partió hace ya dos semanas de Buenos Aires, convocado por el Vaticano para celebrar una nueva elección de Papa. Ratzinger o Benedicto XVI había renunciado y en América Del Sur se vivían horas históricas por las exequias del comandante Chávez, el presidente de Venezuela, transformado en líder espiritual, luego de llenar páginas de gloria al mando del pueblo Bolivariano. Aquejado por un cáncer, su vida política del militar venezolano, fue tronchada luego de casi 14 años de gobierno y estaba siendo  despedido como un mártir. Eso pasaba en la parte norte del continente sudamericano y en el sur, desde el aeropuerto de Ezeiza, se despedía el Cardenal Bergoglio de Argentina quizás un tanto incrédulo de que en Roma lo estaría esperando algo inesperado. Vale este juego de palabras para definirlo, ya que los argentinos también tuvimos ese estado de desconcierto cuando en el segundo día de la chimenea eclesiástica que informaba de un nuevo Papa para el mundo, tanto era el asombro de que Jorge Bergoglio fuera elegido, que ya no sabíamos que decir y mezclábamos palabras que sin sentido salían de nuestras bocas. Las redes sociales esas últimas horas estallaban por el acontecimiento de un nuevo Pontífice para el planeta Las opiniones y futurizaciones sin fundamento, vaticinaban a un Papa Negro que sucumbiría en el ocaso del mundo. Existía la segura posibilidad que los cardenales de Brasil, Canadá o Estados Unidos fueran los elegidos, pero estalló de la boca del vocero del Vaticano, desde el balcón de la iglesia de San Pedro, la voz enfervorizada como tantas otras veces cuando se eligió a Benedicto XVI o Juan Pablo II, la pronunciación itálica del nombre Bergoglio. Cuando lo nombraron y salió con la túnica blanca tradicional, todos en Argentina quedaron impávidos y descolocados.
Aquel hombre que se había ido despedido por su poca comitiva desde Ezeiza, nos había sido expropiado por El Vaticano, como una orden celestial. Muchos lloraban emocionados y desconcertados en Buenos Aires, no podían creer y ni el mismo Bergoglio, argentino de cepa, no sabia que a el le pudiera tocar tan semejante cargo y responsabilidad en este mundo.


Pero ahí tuvo que salir, presentadose ante la multitud en la Plaza De San Pedro y transcurrió una semana memorable para su vida de santificado, hasta que llegara  la unción papal una semana después. Durante ese lapso recibió a la presidenta de su país, amablemente y comentándole a la primer mandataria Cristina Fernandez “Yo jamás pensé una cosa de estas, yo creo que eligieron a un viejo porque no tenían otro”  y la Presidente con una sonrisa le contestó “No es cierto, usted es un cuadro de la Iglesia”. Este fue parte del dialogo entre dos argentinos que tiene el poder en la Argentina, ahora encontrándose en los altísimos aposentos clericales de Santa Martha, en el día previo a la unción de Bergoglio como Papa.
La noche del 18 de marzo se organizó la vigilia en la Catedral de Buenos Aires, miles de fieles se concentraron en la histórica Plaza De Mayo para disfrutar de las pantallas gigantes y el escenario con la actuación de Axel. Un milagro obró a la madrugada, el papa se comunicó telefónicamente con los argentinos en la plaza, los que para su sorpresa, escucharon su voz y emocionaron fervientemente En esos instantes, entre otras cosas expresó:”y por favor no se olviden de este obispo, que esta lejos pero que los quiere mucho y recen por mi”.
 Francisco recibió el Palio y el anillo del Pescador a las 5:30 de la mañana del 19 de marzo(hora argentina) Tan puntuales, Bergoglio junto a los cardenales del mundo ejercían las diferentes rutinas de asunción papal, primero una recorrida por la Plaza De San Pedro saludando a todos los miles congregados allí, además de innumerables corresponsales periodísticos de todo el mundo. La recorrida fue en un jeep descapotado que daba la sensación fue pedida por Bergoglio, no temía en su humildad a ninguna amenaza presente, solo sentía el regocijo y protección de Dios. Ya en el interior de la Iglesia, se dirigió a rezar frente a la tumba de Pedro, para luego marchar escoltado por decenas de cardenales de todo el mundo hacia un altar preparado especialmente, allí le colocaron el palio y el anillo de plata, ya era el nuevo papa con todos los títulos puestos.


Celebró una misa, saludo a todos los representantes políticos del mundo y termino su tarea. El nuevo papa  ya fué nombrado para comenzar una tarea emancipadora. Su mensaje de humildad, tal cual el nombre que eligió por San Francisco De Asis, parece iniciar una nueva etapa mundial y regocija a los argentinos que aún sorprendidos por la buena nueva, empiezan a sentir que deben reconciliarse con el catolicismo.

domingo, 3 de marzo de 2013

ALBERTO OLMEDO, CAPOCOMICO ARGENTINO DE NUESTRO CORAZON


A 25 años de la muerte del Negro Olmedo, que nos dejó imprevistamente y acéfalos de tantos capítulos que vendrían en su vida artística.

Son pocos los artistas populares que pueden disfrutar el apogeo de su estrellato, es decir nacer, estar en la cima, mantenerse y después indefectiblemente fenecer. Hay que tener un talento y suerte que deben mantener contra viento y marea mientras se producen esos escalamientos. La televisión es el trono más abarcador que tiene este viaje de los artistas y paradigmas de medios en su popularidad. Todos han escrito su carrera  de diferentes formas y como decíamos, con las circunstancias y obstáculos que tenían plantado en su camino. Surge el misterio de decir porque  algunos llegan hasta donde otros no, entonces podemos citar muchos nombres: Desde Carlos Gardel, pasando por Pipo Mancera , Mirtha Legrand y mas acá Marcelo Tinelli, estos son los ejemplos mas congruentes tal vez y  los hay muchísimos más, muchísimos. Cada uno hizo lo que quizo, lo que  pudo y lo que le dejaron hacer, cada uno tuvo su oportunidad en esta vida de brillar, ser reconocido y admirado y también, porque no decirlo, afirmar un posición económica.
Su nivel de vida quizás sea la razón inicial de una estrella como la fue Alberto Olmedo, nacido un 24 de agosto de 1933 en ese Rosario popular y tan tradicional de la provincia de Santa fe, de donde salieron muchos otros artistas y autores que han sabido incorporar su idiosincrasia a nuestro país. Tal vez su pobreza fue el puntapié para que “El Negro” ,como le decían sus amigos, “sus amigos”, ya que no sentía una gran simpatía cuando se lo decía un extraño del publico, iniciara una carrera vertiginosa hacia la cúspide del estrellato y de la importancia paradigmática que tuvo para nuestra sociedad.


Desde muy pequeño se entregó a la artística en su ciudad natal, hasta que un día ya en Buenos Aires, trabajando como switcher en el viejo canal 7, se animo a enfrentar su destino. En un almuerzo frente a una concurrencia de directivos del canal, improvisó una actuación que hizo estremecer el ojo clínico de un productor del canal, que inmediatamente le propuso trabajar de actor por lo que de ahí en más vendrían participaciones en programas y demás.
En los años 60 llegó el momento de volar solo, “El Capitan Piluso” fue un personaje que lo metió en la popularidad de los chicos y también porque no decirlo, de los grandes. Es de recordar una reposición del programa a principios de los ´80, donde atrapaba a toda la familia. Volviendo a los finales de los ´60, surgió la vinculación con los hermanos Sofovich, donde inicio la entrada a los programas de humor exitosos que el dueto familiar supo mantener. “Operación Ja-Ja”, “El Botón” y tantos otros, limaron la artística y el talento del Negro quien ya jugaba en primera en los años ´70.  La pareja en cine y teatro con Jorge Porcel , otro gran humorista, consolidaba su mantenimiento en la meseta de la popularidad.  Años después, luego de un conflicto entre los hermanos Sofovich, que no se supo nunca que misterio los separó, Olmedo decidió seguir con Hugo y allí inicio una etapa que lo tenia como alma matter de una compañía de actores que se fueron forjando con el. La pieza se fue moldando primero con “Olmedo y Susana”, para pasar inmediatamente a “No toca Botón” que conjuntamente con la vuelta de la democracia, remonta al Negro a una etapa memorable. Empezaron a surgir los personajes como de la galera de un mago: “El Pitufo””Chiquito Reyes””El General de Costa Pobre”, y siguió con “Rogelio Roldan”,”El Manosanta”,”Álvarez y Borges”, este último, en una dupla eterna con Javier Portales, continuaban el ascenso del humorista cuya cúspide parecía no tener fin.


La radiografía de su final es paradójica, un hombre que llego a paso de hormiga y por  el trabajo, dedicación y aprendiendo durante muchos años, se encontró una mañana de sábado 5 de marzo de 1988, con el final abrupto de su vida. Estaba haciendo en Mar del Plata la parte final de una temporada temporada teatral mas en su carrera En esa ciudad popular por antonomasia del espectáculo, allí adonde quieren llegar todos los artistas, actores y comediantes, quienes  pretenden lograr la mayor recaudación de la temporada, ahi estaba Olmedo otra vez con su trabajo. Su obra “Éramos tan pobres” parecía resumir en su titulo, el pensamiento de que nunca olvido sus orígenes y tal vez hay sido la razón de haber logrado algo importante para su vida.
54  años eran los que tenía cuando se cayó de aquel piso 11 del suntuoso edificio Maral 39 frente a la playa Varese, su cuerpo se desplomó en un pequeño jardín en la vereda del edificio, rebotando en el pasto corto y cuidado, para terminar en el asfalto de Avenida  Peralta Ramos. La foto de tapa de la revista “Gente” de aquel día, mostraba el cuerpo descalabrado del actor y su pareja Nancy Herrera arrodillada frente a él, gritando desesperada. Nunca hasta hoy, se pudo entender que aquel seria el final de Olmedo, pareciera que a la risa franca de los argentinos y a su alegría, siempre hay que troncharla con una desgracia.
 Desde aquel día, el Maral 39 quedó como una reliquia histórica en Mardel, seguramente muchos de sus propietarios o inquilinos veraniegos habrán dicho todos estos 25 años, “este es el edificio de donde se mató Alberto Olmedo”, ”Por aquí anduvo en esos tiempos, este es el ascensor al que habrá subido varias veces”. También muchos de los que pasean por allí en verano, mientras caminan en ojotas por la costanera marplatense, dirigen su mirada hacia el frente del edificio y cuentan con sus ojos los balcones hasta llegar a ubicar el del piso once. Juegan con la fantasía de que no haya existido aquella mañana del sábado 5 de marzo y con la ilusión de  poder volver a verlo actuar al Negro.