Las grandes
organizaciones instaladas en nuestro país. Los crímenes perpetrados por
sicarios dejan huellas tremendas y ya no hay retroceso.
La serie de asesinatos
perpetrados por sicarios en estos últimos años en Buenos Aires, generaron un
clima alarmante en nuestro país, y es el del establecimiento de las
organizaciones narcos en la Argentina. Muchas investigaciones periodísticas se
han leído y visto con respecto a lo que significa para Colombia convivir con
importantes grupos que producen, administran y venden drogas. Es muy fácil
hacer un relevamiento de nombres: Pablo Escobar Gaviria, Gilberto Rodríguez
Orejuela, Juan Carlos Ramírez Abadía, José “Chepe” Santa Cruz y actualmente Daniel
“El Loco” Barrera son algunos de los que forman una lista interminable de
nombres que han ido engrosando organizaciones como el Cartel de Cali, Medellín
y otros.
La situación no termina aquí,
solo hagamos un viaje imaginario hacia los años `70, allí podremos observar que
comienza la producción empresarial de droga. Desde aquellos tiempos, estas
“empresas” fueron creciendo y dejando en el tendal muchas derivaciones. El
mercado fue en aumento, los EEUU se pusieron en la misión de erradicarlos, pero
no pudieron o no quisieron. El hecho es que hoy están dispersos por todo el
mundo, tanto los compradores como los vendedores. Adictos y dilers son parte de
una radiografía constante en las grandes ciudades.