Mi cervical no me agradece para nada el esfuerzo de los 21 K
Adidàs Ñandù de hoy, una nueva edición de esta histórica carrera que año tras
año va consiguiendo mas adeptos. Gente que se decide a iniciar un deporte
que no tiene marginalidades y con preparación no deja afuera a nadie.
Correr es saludable y terapéutico, con una mediana disciplina, cuidados y entrenamiento, podes
transformar esto en una actividad que te brinde un beneficio corporal y
emocional.
Hoy muy temprano, con un semifrio, pero tampoco demasiado, otra vez ahí estábamos todos, convocados a un ritual como ya lo
denominan algunos. Ataviados todos con camisetas rojas los hombres y rosas las chicas, estaban agolpados en las casi tres cuadras de la largada y en derredor, como una gran alfombra roja humana en movimiento. Precalentaban abrigados con
calzas, remeras térmicas, gorras y una suerte de bufandas deportivas para no
respirar tanto aire frio malévolo, pero no cruel.
El movimiento precompetitivo fundamental, las fotos desde todos los
sectores. Los celulares, grandes protagonistas de mostrar el momento de alegría, emoción y ansiedad que queremos se vea reflejada para nuestros amigos, parientes y
conocidos y para que ellos alguna vez quieran practicar el running de a
poco, como muchos hoy.
Correr 21k estaba como objetivo otra vez, luego de tres
carreras de la misma distancia en años anteriores, y concentrados, allí
largamos. Circuito ya tradicional en Palermo, con inicio en Figueroa Alcorta y Monroe
para Avenida Libertador, 9 de Julio, Casa de Gobierno, Avenida de Mayo y otra
vez 9 de Julio para retomar la Autopista Illia y salir a Palermo nuevamente.
Uno describe tan rápido el circuito con los nombres de las calles, pero no se
puede describir la emoción y el esfuerzo puestos en cada trote, cada pisada. Con
las zapatillas especialmente compradas para esta actividad, pero ya muy
batalladas de tantos kilómetros corridos, se va transformando en una suerte de hazaña personal. El próximo calzado que dejè de
usar, lo voy a guardar para siempre, son bastiones, son herramientas de haber
batallado pavimento.
El marco de la fiesta y la organización cada año es màs
espectacular, se van aggiornando las producciones y la atención a los
corredores con las bebidas y frutas durante el trayecto. Además, por supuesto
la asistencia de emergencia para quién lamentablemente por ahì, no resista el
esfuerzo y abandone.
Correr al mismo ritmo toda la carrera fuè mi objetivo hoy, estar concentrado para que no falle ningún dispositivo corporal que te
haga dudar de la resistencia y sobre todo de terminar bien la carrera y si es
posible con un buen tiempo. Pero trabajar mentalmente en eso hace que, por
ejemplo, no te venza la ansiedad, no te distraigan situaciones, solo mires
adelante, es la maratón tuya, vos sos tu propio protagonista.
En los últimos cuatro kilómetros me empezó a fallar la musculación
por un entrenamiento irregular, lo admito, pero que intenté buscarle la vuelta
para llegar, no caminar, no aflojar ni claudicar mi tiempo.
Como ya dije, mi cervical no me perdona tanto esfuerzo y me
advierte de los 42 k de Octubre.
Con mucha bronca de que no me fallaran los músculos, emoción y dos pedazos de naranjas en las manos, transité los últimos trescientos metros, hasta que una alegría que salió de mi cerebro y me dijo, apretà los puños, sacudì jugo de naranjas por todos lados, llegaste, llegaste...
Con mucha bronca de que no me fallaran los músculos, emoción y dos pedazos de naranjas en las manos, transité los últimos trescientos metros, hasta que una alegría que salió de mi cerebro y me dijo, apretà los puños, sacudì jugo de naranjas por todos lados, llegaste, llegaste...